20 de enero de 2013

El precio de ser una supermamá en tiempos de crisis.

Cuando llega el viernes, aquellas mamás que durante la semana estamos trabajando, respiramos aliviadas al saber que al día siguiente no sonará el despertador... bueno, eso que te lo crees! La realidad es que dejas un trabajo para dedicarte a fondo a otro. No te despierta el despertador, pero lo hace la rutina. 
Esta mañana, harta de dar vueltas e intentar convencerme (sin éxito) de que era domingo y era día de descanso, me he levantado y he decidido empezar el día por la punta.

Al llegar a la cocina me esperaba la luz de la mañana...


...un buen café y los planes del día.
 Hoy toca cocinar. Hay que adelantar toda la comida de la semana, porque cuando llegamos a casa pasadas las 3 de la tade, no podemos empezar a pensar en lo que comeremos. 
El único secreto para ser una supermamá es organizarse. Cuanto más organizado esté todo, mejor funciona.


Con la rutina de los años aprendes a preveer las comidas y controlar los víveres que tienes en casa. Ir a comprar y echar al carro todo lo que te entra por los ojos no es sano. 
Los viernes suelo idear el menú de la semana siguiente y ese mismo día trato de ir a comprar lo que me falta para llevarlo a cabo.
Ni qué decir tiene, que el menú tiene que ser equilibrado. Más aún habiendo niños. Verduras, arroces, pastas, legumbres, carnes y pescados... y a ser posible cocinados de forma sana.
Eso quiere decir: TIEMPO
Lástima que "tiempo" sea lo que hoy en día no tenemos. Suerte que tenemos un trabajo (con la que está cayendo) pero cuando ese trabajo no te da para contratar a quien te haga las cosas en casa, sólo tienes dos opciones: o cocina precocinada... u organización.

Volviendo a mi menú y a la compra ya hecha, ahora toca transformar esos ingredientes frescos y naturales en ricos platos que nos estarán esperando en formato tupper, en la nevera. 
En casa hemos repartido el trabajo: yo me centro en las comidas (más elaboradas) y él en las cenas, que permiten ser un poco más "informales".
Pues.. una vez planificado, ahora vamos a organizar cómo concinar casi todo lo de la lista en el menos tiempo posible y (ojo que esto sí es un reto) dejando la cocina limpia al terminar.

Mi pequeño Teckel parece que ha entendido que la cocina será, esta mañana, su cuartel general. Siempre atento a mis movimientos, mientras cocino no se separa de mi por si se me escapa.. lo que sea.

Llegan las 10'30h. Manos a la obra!
Empiezo por el caldo. Tengo dos ollas rápidas (que funcionan con la misma tapadera) que son una maravilla, así que el tiempo de cocción del caldo se reducirá considerablemente. 
Compré un pollo entero del que aprovecharé la carne para un asado y la carcasa para el caldo. A mi me gusta despiezar y limpiar, no tengo problema en usar mis manos para manipular los alimentos, (alguien me dijo una vez, que las manos son de cristal), y siempre es más barato comprar el pollo entero que por trozos; pero si tienes una carnicería en el barrio, es muy posible que amablemente te lo hagan.


¡¡ Plis, plas!! ...listo!!

 Me acuerdo de mi abuela Resu siempre que cocino. Ella me enseñó muchas de las cosas que se en esta materia. Recuerdo de las mañanas de verano y las tardes de invierno cuando preparábamos las comidas y me contaba cuando ella cocinaba para 12. ¿Qué hacías, Abuela? Primero, una olla para todos. Me levantaba pronto por las mañanas y cuando todos se iban a trabajar, encendía el fuego para que se calentara. ¡¡Abuela!! pero si el fuego YA está caliente!!.. Ah, sí.. ahora que enciendes el botón y quema, antes tenías que poner leña en la cocina de hierro y hacer que cogiera temperatura... Luego ponía un perol enorme y empezaba a echarle ingredientes poco a poco, todo requiere su TIEMPO....

Tiempo.... el tiempo adelanta que es una barbaridad. Si mi abuela hubiera visto todo lo que he cocinado yo sóla esta mañana en unas pocas horas, le hubiera dado un patatús.. y me hubiera dicho: las jóvenes de ahora no sabéis cocinar, con esas ollas que corren tanto. Qué personaje, mi abuela.
Pues como mi olla (rápida) de gran capacidad ya está "caliente" y los huesos que he echado dentro empiezan a sudar, es hora de ir "espumando". Vamos con la verdura del caldo.

Aquí la tenemos, haciendo chup, chup. Quitamos un poco de grasa y cerramos!! 

 En mi lista de menús hay otra comida que necesita ser cocinada con la olla rápida. Puedo usar la unidad de menos capacidad, pero necesitaré la tapa.. así que para dar tiempo, sigo con el hervido de verduras.

Ya le queda poco al caldo. La verdura está en otra olla tomando temperatura. Podemos empezar con el guiso de ternera. Sin prisa, no es una competición.. es domingo y me estoy divirtiendo con la cocina.

 Qué buena pinta tiene este guiso. Mi suegra me hubiera dicho que mejor hiervo primero la carne y luego echo la patata.. sí, lo se. Mi abuela me hubiera dicho que la patata en un guiso que no se gasta en el día, se queda zapaterona... pero yo aprendí de mi madre, una mujer que trabajaba todo el día en su peluquería. Se adelantó a los tiempos modernos. A ella la realizaba su trabajo, era una profesional 100%. Siempre trabajó porque le gustaba, aún teniendo la posibilidad de estarse en casa (como muchas mujeres de su época). Hoy, que no nos queda otra, su ejemplo es mi guía.
Bueno, pues la patata... adentro!. Y punto.



 Vamos.. sigamos.. El caldo ya se puede retirar (allí, al fondo), que se vaya enfriando. 
Movemos de fuego la olla de la verdura y lo apagamos, porque con el calor residual terminará de cocinarse (hay que ahorrar!!!). Y rescatamos la tapa rápida para la ternera. Chup, chuuuup!!

 Me faltó hacer el sofrito del arroz, pero olvidé comprar calamar. Aishhhh!!!! el TIEMPO!! Cuando para uno es muy valioso el tiempo, y necesita hacerlo cundir, no puede ir a comprar "esto aquí", "esto allí".. necesita un lugar donde pueda salir con todo. Bueno.. queda pendiente. 
Ahora vamos a recoger la cocina, a poner en contenedores todo lo cocinado y a empezar a preparar la comida de hoy.

El secreto mejor guardado de una supermami, es tener un buen aliado: un superpapi. Por mucho que parezca que toooooodoo cae en nuestras espaldas, hay que saber organizar y MANDAR. Aquí todos ayudamos, incluidos los niños. Ellos viven en la casa, son parte de la familia, tienen que saber que su colaboración es importantísima.


 Vale, cocina recogida.. segundo round!
Vamos a poner el asado.. y cuando esté dentro del horno, aprovecharemos para preparar un bizcocho y magdalenas.
El mortero es herencia de mi madre. Perteneció a su ajuar.. ¿cuántos de vosotros os habéis acordado de comprar un mortero para el ajuar?? Los tiempos cambian, eh? Este mortero no es nada del otro mundo, es el típico mortero amarillo con manchas verdes, pero le tengo mucho cariño por lo que representa.. y porque toda mi vida he majado en él.
 Tiene buena pinta, eh?? Pues .... al horno!!


 No quiero daros envidia.. pero tengo que enseñaros esta caja de naranjas que nos han regalado. Vivo en plena huerta de Murcia, cerca del río Segura y aquí se crían unas frutas y hortalizas fantásticas. Con esas naranjas, haremos los dulces.

 ¿TIEMPO?........ la hora de comer!! Asado, listo! Moldes, listos! pues.... al horno!! Y programado para que pite y avise, así mientras podemos comer tranquilamente sin tener que estar pendientes del reloj.

 Vuelve a estar la cocina recogida, los tupper tapados y en la nevera. Parece como si no hubiera pasado nada de lo que ha pasado.... bueno, queda la prueba del delito justo... para la merienda: un rico bizcocho casero de naranja y chocolate.

 
¿Para cuántos desayunos dará?
Eso sí.. volveremos a la cocina esta noche, porque les prometí una pizza casera para cenar.



20 de noviembre de 2012

Pastel irlandés de Salmón.

Como casi todo en esta vida, las cosas más sencillas son las que más ricas están.
Y que los niños coman pescado, a veces se nos pone muy cuesta arriba. Si encima debemos cubrir las cuatro raciones de pescado semanales que se recomienda para la dieta infantil, las comidas pueden convertirse en una verdadera batalla campal.
Siempre nos han dicho que con la comida no se juega, pero.... ¿quién niega que una presentación así no abre el apetito hasta al más reticente?
 
 Esta es una sencilla receta de aprovechamiento. Sus orígenes están en el condado de York (según algunos), aunque son los irlandeses quienes han conseguido llevarlo al punto de maestría.
Surgió ante la necesidad de dar uso al pescado que sobra, o las "mollas" del pescado que se utiliza para el caldo. Ya casi hemos perdido la costumbre de "aprovechar" esa comida que queda. Recuerdo a mi abuela que hacía un refrito con la carne del cocido que estaba casi más bueno que el plato del día anterior.
En este caso, yo prefiero comprar el pescado para hacer los pasteles, porque hago cantidad y los congelo (otra ventaja). Son ideales para una cena ligera y nutritiva, para acompañamiento de verduras a la parrilla o hervidas.... o se les puede acompañar con un poco de pasta blanca enriquecida con mantequilla y nuez moscada.
El aspecto final es el de un filete empanado, por eso no causan rechazo en los niños y en quienes no son amantes del pescado.
Para su elaboración puedes utilizar cualquier pescado: salmón, merluza, bacalao, sardina... y debes añadir alguna verdura: guisantes, judía verde, calabacín... Sólo pon un poquito de imaginación!!!

INGREDIENTES:
Para 250gr de pescado,
600gr de patata,
Huevo batido,
1 cebolla,
guisantes,
medio vaso de leche,
sal, pimienta,
1 hoja de laurel,
pan rallado,
harina.





Mientras hierves las patatas en agua con sal, aceite y una hoja de laurel, trocea el salmón (o pescado que hayas decidido) en dados más bien pequeños. Asegurate de quitarle todas las espinas que pudiera tener.



Pica la cebolla (no la ralles, siempre será agradable dar una textura más natural al pastel) y sofríela en una sarten con buen aceite. Añade los guisantes.












Cuando la cebolla y los guisantes estén, retíralos escurriéndolos bien, y en la misma sarten a fuego medio añade el pescado salpimentado. Procura ir moviéndolo para que se haga pronto y no se reseque. En mi caso, una vez los dados de salmón estuvieron rosaditos por todos lados, empecé a desmenuzarlos con la misma cuchara de palo.


















Incorpora a la sarten, otra vez, la cebolla con la verdura, mezcla durante unos momentos y retira del fuego.
Reserva.



















Cuando las patatas estén hervidas, escúrrelas y haz un puré con un poco de sal y leche (quedarán más sabrosas y suaves). Incorpora el pescado y la verdura escurridos y mezcla bien para que quede homogéneo.

Ahora llega el momento de pringarse!!
Aquí puedes pedir la colaboración de los niños. A ellos les encanta manipular y no les importa llenarse las manos de masa: es una actividad divertida!
Aprovecha para inculcarles la importancia de lavarse las manos cuando trabajamos con alimentos. Y explícales los ingredientes que utilizamos.
Con los más pequeños es interesante hablar sobre el orígen de cada uno de ellos, recordarles que no han estado toda la vida en la nevera, ni han crecido en el supermercado es sano para su aprendizaje de la vida. Si puedes, cuando visites algún lugar en el que hayan gallinas, o trigo, o pescado, recuérdales este ratito en el que contribuyeron a transformar la materia prima en alimentos sanos.
 
Volviendo a la receta:
Tenemos que hacer una forma de "hamburguesa" con nuestro puré, que hay que pasar por HARINA, HUEVO BATIDO y PAN RALLADO, en ese orden. El problema es que el puré tiene tendencia a quedarse pegado en tus manos, y cuando lo pasas por el huevo, se reblandece. Una solución es dejar reposar esta mezcla en la nevera durante unas horas para que la patata se enfríe y coja consistencia. Otra es utilizar dos cucharas soperas para coger porciones de ese tamaño, darles forma alargada, y pasarlas por nuestros mejunges, antes de atreverte con las manos para aplastarlas. (funciona)

 
Llegados a este punto, puedes hacer dos cosas: congelarlas para utilizarlas en otro momento, o ...........

....................freirlas directamente!
(Te aconsejo que seas cauteloso y les des la vuelta ayudándote de dos tenedores y con bastante mimo, por lo menos, hasta que queden crujientes. Se pueden romper en cualquier momento.)
Como todo lo que llevan está cocinado, sólo tendrás que dorar la corteza.

A que son irresistibles????